29 de enero de 2008

Precampaña: Episodio I

Por Álvaro M.


En realidad, el Episodio I de la saga fue el "Caín y Abel" genovés; mientras que el pobre Abel (o Alber) ha sido acuchillado políticamente, el Dios de por ahí (en este caso un señor con bigote) pone de manifiesto que su Edén es propiedad de Caín. Dicen que "la Esperanza es lo último que se pierde"; tal vez sea lo último, pero puede que, por esto, lo primero que pierda Génova sean las elecciones.

El Episodio II procede del otro fondo (el ferracense): los 400 pavos por cabeza. La promesa del Presidente del Gobierno (Josele) de devolver a cada contribuyente 400€ en el IRPF ha traído bastante revuelo. Cada uno podrá tachar la medida a su gusto, desde "farolazo" a "vendida de moto", pasando por "ya era hora". Personalmente (hay que decir que servidor no tiene aún renta que declarar), considero esta oferta una metedura de pata. Dejando al margen la factibilidad del asunto, quisiera centrarme en otras cuestiones.

En primer lugar, desde el punto de vista económico, creo que es una propuesta inadecuada. No es porque el Gobierno vaya a arruinar al Estado, como ya alguno empezará a pregonar; es una propuesta inadecuada porque, con esta medida, el PSOE incurre en la incoherencia. Es comprensible que el PSOE proponga ciertas rebajas en los impuestos, pero devolver 400€ a cada contribuyente es totalmente lo contrario a llevar una política económica de izquierdas. Puede que la medida no arruine al Estado, pero sí que puede mermar el Estado de Bienestar español. Todos sabemos, o deberíamos saber, que la Seguridad Social, las Fuerzas de Seguridad, las Ayudas Sociales, las Becas, las Pensiones, y un largo etcétera son bendiciones del Estado Social de Bienestar, y que estos dones no caen del Cielo; hemos de pagarlos entre todos. Los impuestos no son tributos al César, ni diezmos al cura (aunque si marcas cierta casilla sí que lo es); los impuestos son las aportaciones que todos nosotros hacemos para que sigamos teniendo Hospitales Públicos, Enseñanza Pública, Policías, Bomberos, Universidades, etc. Reducir impuestos es mermar nuestras prestaciones sociales, y una política económica de izquierdas ha de hacer justo lo contrario: defender el Estado de Bienestar.

En segundo lugar hay que decir que esta propuesta socialista tiene su por qué. La volubilidad de las bolsas y las ofertas genovesas de encanijar el IRPF hasta convertirlo en anoréxico fuerzan al PSOE a proponer algo al contribuyente (que no al votante). No me parece bien que los socialistas le sigan el juego al PP, porque te metes en el jardín del otro y metes la pata. Es normal que el PP haga este tipo de propuestas porque es algo propio de la derecha neoliberal: reducir impuestos (y si quieren policías contraten a Securitas). Lo que no es propio de la izquierda es mermar su gran baza, y más si es la baza que le puede dar las elecciones (ya que uno de los puntos fuertes de la campaña socialista es recordar los logros en asuntos sociales).

Para terminar quisiera dejar claro que, a veces (y más en una campaña electoral) hay que meterse un dedo en el ojo para evitar que te dejen ciego. Si alguien tiene que debilitar de algún modo al Estado de Bienestar, prefiero que lo haga el PSOE porque ha demostrado que cumple lo que promete, y porque confío en que tome medidas compensatorias para mantener el equilibrio en materia social. Sólo pido que no nos aumenten los impuestos indirectos (de hecho, la super-medida hubiera sido la de encanijar el impuesto indirecto). En el Episodio II el telón ha caído del Lado Oscuro, pero la saga continúa...

No hay comentarios: