1 de febrero de 2008

Dadle al César lo que es del César

LOS OBISPOS Y LA CAMPAÑA ELECTORAL

Por Álvaro M.

Penúltimo enfrentamiento entre el PSOE y la Conferencia Episcopal. ¿Razón? La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal ha publicado una nota que recoge 55 orientaciones para los fieles a la hora de votar el 9 de Marzo. En ella, curiosamente, se pide "libertad y respeto" para proponer libremente su modo de ver las cosas.

Las reacciones por parte del lado socialistas no se han hecho esperar. José Blanco (Pepiño) ha tildado de hipócrita a la C.E., y dice que "lo único que les faltaes que algún obispo concurra a las elecciones en las listas del PP". A esto tengo que decir dos cosas; la primera es que Gallardón aún está a tiempo de entrar en alguna lista del PP... sólo tiene que ordenarse sacerdote e ingeniárselas para ascender a obispo (de hecho, creo que es el único sitio donde Espe no puede competir con él por un ascenso). Lo segundo que me viene a la cabeza es que no me parecen correctas las palabras del Secretario de Organización socialista. Pepiño no ha caído en la cuenta de que, si los obispos no piden explícitamente el voto para el PP, es porque aún están barajando la posibilidad de pedirlo para Democracia Nacional o para Falange Española... dicen que amores que "matan" nunca mueren...

Por su parte, y dejándo la broma a un lado (es lo que tiene cuando uno no sabe si reír o llorar), la Vicepresidenta del Gobierno ha argumentado muy acertadamente que "los obispos se deben sólo a sus fieles, y eso es algo que el Gobierno ha de respetar... pero, del mismo modo, el Gobierno se debe a todos los ciudadanos, a TODOS los ciudadanos, y eso es algo que los obispos deberían de respetar". Amén de mi solidaridad a las palabras de la señora De la Vega, quisiera remarcar la distinta naturaleza de las dos instituciones: la Iglesia y el Estado. En primer lugar, mientras que la Iglesia ha de preocuparse por sus fieles, el Estado ha de velar por todos los ciudadanos. Cuando se dice "todos" no se está diciendo "todos por los que no ha de preocuparse la C.E.", sino TODOS; el Estado vela por los fieles católicos, por los fieles musulmanes, por los fieles apóstatas, por los infieles (de ahí el divorcio) y por los todos los demás.

¿Cómo compaginamos esta concurrencia de "preocupaciones"? ¿Ha de primar la tutela de alguno? ¿De quién? Pues, en segundo lugar, hay que recordar que Occidente no recorrió durante varios siglos un largo proceso de secularización para que ahora digamos que Spain is different. En la teoría, el Estado y la Iglesia pueden convivir perfectamente dado que sus ocupaciones atañen esferas diferentes. El Estado ha de velar por la garantía de los derechos y las libertades de sus ciudadanos, al tiempo que debería facilitar los medios necesarios para la realización de la vida social de éstos. La Iglesia, a su vez, ha de velar por la salvación de las almas de sus fieles. El primero pertenece a la esfera política, mientras que la segunda pertenece a la esfera teológica o metafísica. Aún así, una esfera puede entrometerse en el espacio de la otra y montar así la bronca (como es el caso). Hace siglos, el Papa Bonifacio VIII escribió la bula Unam Sanctam, por la cual se establecía la supeditación de lo político a lo religioso. De esto hace siglos ya, aunque a Benedicto XVI le puede dar un ataque de bula repentino y montar un tenderete parecido (de este hombre no me sorprende nada ya).

Mi postura es que, al igual que el Estado no puede ponerse a establecer dogmas teológicos (porque no le compete y, además, resultaría absurdo), la Iglesia no tiene ninguna competencia para interferir en asuntos políticos (y encima, de una manera tan descarada como ocurre aquí en España). Dicen que estos rifirrafes vienen dados desde que se cuestionó la financiación del Estado a la Iglesia; yo, personalmente, pienso que viene de la pérdida gradual de sus privilegios alcanzados en el franquismo y antes de éste. La educación para la ciudadanía es así un lavado de cerebros bolchevique, más que nada, porque le ha robado el terreno a la religión católica. Medidas como la legalización del matrimonio entre homosexuales, el divorcio, el terrorismo, etc., son asuntos políticos, que afectan a la sociedad y los individuos en un plano secular. Estas medidas nunca deben ser discutidas por la jerarquía católica, ya que no les compete para nada la articulación de nuevos derechos seculares para una ciudadanía que no es enteramente católica. ¿Qué pensarían los obispos si el Gobierno proclamase leyes donde se reconociera la no existencia de Dios, la inexistencia de la Trinidad y la virginidad de María? España es un país laico y aconfesional; aún reconociendo la presencia mayoritaria de la fe católica, no se pronuncia en ningún aspecto teológico.

Personalmente pienso que, en vista de que la esfera religiosa no termina de entender que está separada de la esfera política, deberían separarse aún más. Si fuera por mí, el reconocimiento a la fe católica sería retirado en base al principio de igualdad y a la libertad religiosa; el Estado debería tratar de igual manera a todas las confesiones. ¿Cómo? Medida estrella y directa: La Iglesia no recibe ninguna financiación desde el Estado. Únicamente recibirán las aportaciones individuales correspondiente a la casilla del IRPF (y gracias); si la Iglesia católica se obceca en sus ataques al Gobierno, que la mantengan los fieles... el Estado no tiene por que darle privilegios a nadie, y menos a instituciones ultraterrenas que se dedican a socavar la labor del Gobierno. Como dijo el primer cristiano (que no el primer cura): Dadle al César lo que es del César, y dadle a Dios lo que es de Dios. Al Gobierno lo que es la política y a la Iglesia a rezar y a pagar el diezmo.

Por último, quisiera hacer un repunte a la "orientación" de la C.E. a sus fieles sobre no votar a quienes dialogan con el terrorismo. Como muy bien ha dicho Diego López Garrido, la Iglesia debería haber orientado a sus fieles para que no votasen a Adolfo Suarez, a Felipe González y a Jose María Aznar, dado que todos ellos dialogaron en su momento con ETA. Es por eso, volviendo al principio, por lo que creo que no piden explícitamente el voto para el PP; les queda aún la posibilidad de pedir el voto para Democracia Nacional o para Falange Española... aún queda campaña, todo a su tiempo.

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